En esta semana de la mujer tenía que caer algún personaje de Final Fantasy. Y en esta ocasión, por ser una de las dos únicas mujeres protagonistas en esta saga, le ha tocado a Terra Branford.
Terra es un personaje bastante atípico. Aunque como protagonista sin duda lo es aún muchísimo más.
Cuando comienza la aventura, Terra es una misteriosa joven con poderes mágicos en un mundo en el que la magia es algo que solo sale en los libros de historia. Un dispositivo conectado a su nuca la impide tener el control de su cuerpo y de su mente, convirtiéndola en un títere para un malvado Emperador que pretende dominar al mundo utilizando la fuerza bruta y cualquier táctica necesaria, por ruin que sea.
El destino quiso poner en su camino a Locke, un ladronzuelo de tres al cuarto, que logra rescatarla y devolverla a su antiguo ser, sin ese dispositivo de control.
Cuando Terra recupera el control, lo esperable sería que se sintiera liberada, feliz. ¿No? Pues no. La palabra clave en lo que siente Terra es miedo.
Miedo de su magia, que no controla del todo. Miedo de que la persigan. Miedo de que vuelvan a controlarla con un dispositivo parecido. Miedo de encontrarse con alguien del bando del Emperador y que la reconozca. Pero también miedo de encontrarse con alguien del otro bando, alguna de las muchas personas cuyas familias o pueblos han sido devastados por su magia. Miedo de luchar por cualquiera de los dos bandos, por el que la utilizó, y por el que podría querer utilizarla.
Pero sobre todo, miedo de sí misma.
Pero sobre todo, miedo de sí misma.
Locke, que resulta que pertenece al movimiento de resistencia contra el Emperador, se muestra ante Terra como alguien sencillo pero de nobles ideales. Poco a poco Terra va conociendo amigos que le van enseñando más sobre sí misma. El miedo se va convirtiendo en amor, generosidad, solidaridad. Poco a poco deja de tener miedo de actuar, y empieza a tenerlo de quedarse quieta ante las injusticias que observa.
Si un poder le ha sido concedido, mejor utilizarlo para hacer el bien que para lamentarse. Su personaje evoluciona tanto y de forma tan coherente que resulta imposible no enamorarse de ella. Despierta ternura y admiración a partes iguales.
Su tema no podía sino ser un reflejo de lo que ella es. Después de escucharlo uno la entiende mejor. Precioso tema cargado de fuerza, sentimiento, dolor y coraje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario